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Imposible dejar de mirar, absorbe nuestra visión para transportarla a un mundo de sensaciones sorpresivas y enriquecedoras, menuda revolución para nuestra entrada.
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R-12 o la sencillez minimalista llevada a su máxima expresión. Eso sí, con gran belleza y modernidad, además de su indudable factor practico y funcional.
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Un conjunto de plena armonía entre espejo y recibidor, de gran expresividad visual.
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Con carácter muy marcado y singular, de esbeltos y estilizados perfiles. Muy funcional gracias a su cajón integrado en el frente y el estante inferior. Inundan de presencia y estilo la entrada de cualquier sitio dotándolo de un carácter sin precedentes, sin olvidar sus detalles que le aportan fuerza y agresividad.
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